¿Conoces la historia del brujo de San Pancho?
León. – En la década de los 80, el diablo llegó a una funeraria de León para reclamar el cuerpo de un brujo que se la había vendido a cambio de favores.
En la calle 20 de enero, justo en el corazón de la ciudad zapatera se encontraba una pequeña funeraria donde se cuenta, se apareció el mismísimo diablo en persona.
Natividad Reyna, un brujo de San Francisco del Rincón llegó a la ciudad de León en la década de los 80, se instaló en un domicilio cercano a la zona centro y ahí empezó a realizar todo tipo de trabajos a los leoneses, desde una “salación” hasta “enyerbar” o quitarle la vida a las personas por medio de la brujería.
Cuenta una de las tantas historias sobre este brujo, que la amante de un zapatero se contactó con don “Nati” y le pidió que borrara de este mundo a la esposa del zapatero pues quería quedarse con todo.
Dicen que ese mismo día, cuando se disponían a comer carnitas la amante le dijo al zapatero que le llevara un taco a la mujer para que viera que no le tenía celos ni rencor, así lo hizo y, se dice que cuando terminó el primer bocado, la mujer comenzó a enloquecer y cayó muerta casi al instante.
Fue tanta la fama de Natividad Reyna que los vecinos y ciudadanos comenzaron a temerle y rumorar que tenía pacto con el diablo porque las brujerías que hacía, eran cosa del mismo infierno.
Tiempo después el brujo enfermó de gravedad, en su lecho de muerte le pidió a su madre que no lo velara y mucho menos le rezara, ni rosarios, ni novenarios, ni nada porque tenía mucho miedo de ser arrastrado por “El Maligno”.
Su madre no aceptó su última voluntad y como todos le temían en León, nadie quería recibirlo para velarlo, hasta que encontró un pequeño velatorio en la calle 20 de Enero.
Cuentan que cuando comenzó el rosario, las luces se apagaron y se apareció la sombra de un hombre, lúgubre y con “lumbre” en los ojos, se escuchó un grito desgarrador y el cuerpo de Natividad desapareció junto con la sombra de aquel hombre misterioso.
Son muchos los rumores e historias que recorren las calles leonesas, también se dice que no fue Natividad Reyna sino un curandero de Ocampo.
También dicen los que lo conocieron que don Nati era jefe de Danza Azteca y que falleció casi a los 90 años de causas naturales, que no practicaba la brujería sino realizaba terapias populares o medicinas indígenas.
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